Russell y Travis Bobbitt en el rodaje de Vengadores: Endgame.
Sin el atrezo, algunas de las películas más taquilleras de Hollywood no existirían. Russell Bobbitt, jefe de atrezo en Marvel Studios, tiene más de 30 años de experiencia en el diseño para películas y ha prestado sus capacidades a taquillazos como Iron Man, Los Vengadores y Guardianes de la Galaxia. Como atrecista, Bobbitt es responsable de muchos de los objetos más importantes que aparecen en pantalla. "En el mundo de Marvel, yo soy el responsable del escudo del Capitán América, el martillo de Thor y los reactores Arc de Iron Man (la luz que lleva en el pecho), entre otras cosas", nos dijo Bobbitt. Pero Bobbitt nos solo trabaja en las piezas más visibles, ya que esencialmente, todo lo que un actor toca, hasta un picaporte, se considera atrezo.
Crear elementos de utilería requiere una creatividad, imaginación y precisión increíbles. Estos son los puntos en los que interviene la impresión 3D. Durante la Formlabs User Summit, Bobbitt explicó cómo pudo aprovechar la impresión 3D en Marvel.
Introducción a la impresión 3D para el mundo del cine
Bobbitt empezó a imprimir en 3D gracias a J.J. Abrams, durante el rodaje de su película de Star Trek de 2009. Abrams quería que un policía montado en una motocicleta voladora sacara una pistola de rayos. Cuando Bobbitt pidió indicaciones al director, Abrams le dijo que tenía una impresora 3D en su oficina. Bobbitt se puso a trabajar, colaborando con una persona experta en dibujar en CAD para diseñar una pistola de rayos. "Nos sentamos, dibujamos la pistola y él pulsó el botón de imprimir", dijo Bobbitt. "Así fue como conocí la impresión 3D, de mano de J.J. Abrams en Star Trek. Al día siguiente, ya teníamos la pistola. Le pedí a los pintores que la pintaran rápidamente y la usamos [la pistola de rayos] recién salida de la máquina. Sin moldes, sin fundición, sin nada. 24 horas después de que un cineasta de la genialidad de J.J. Abrams nos lanzara una idea; casi parecía que nos estuviera poniendo a prueba. Bueno, vamos a tenerla para mañana. Y yo creo que él sabía en el fondo que me iba a acabar mandando a la impresora 3D".
En aquel momento, las impresoras 3D no eran tan accesibles como ahora. Bobbitt recuerda la primera impresora 3D que utilizó, que valía una cantidad considerable: 150 000 $. Estaba tan convencido de que la impresión 3D iba a tener un papel fundamental en el diseño de atrezo que dijo: "Empecé a informarme inmediatamente acerca de la impresión 3D y les dije a todos mis amigos ilustradores que trabajaban con lápices que más les valía hacerse con un ordenador".
El proceso de trabajo de la impresión 3D para la creación de atrezo
El plató que Russell Bobbitt creó incluye una impresora de Formlabs.
Los procesos de trabajo para la impresión 3D varían según el sector y las aplicaciones. Bobbitt refinó su proceso de trabajo para la vertiginosa industria del entretenimiento. Todo empieza por leer un guion. "Nueve veces de cada diez, me he convertido en el fabricante del sector. Así que me llaman cuando tienen una carga alta de fabricación en vez de para una comedia romántica... ¿Qué aspecto tendrá un arma del espacio exterior dentro de 2200 años? Yo soy quien se encarga de imaginar todo eso", explica Bobbitt. Hace una lista de las piezas importantes y trabaja con un equipo de ilustradores para dibujar el atrezo. A continuación, presenta los bocetos al director. A partir de ahí, Bobbitt y el director deciden qué bocetos se convierten en piezas físicas de atrezo. "Y cuando recibimos el visto bueno, lo llevamos al ámbito del diseño asistido por ordenador... Desde luego, necesitamos un buen dibujo en CAD para poder sacar adelante un prototipo, hacer moldes a partir de él, hacer piezas de goma para las escenas de acción y otras que sean más realistas, etc."
Lo siguiente es reunirse con el actor para hablar de cualquier modificación que pueda ser necesaria. "Después paso al proceso de fabricación cuando cuento con la aprobación y los actores están cómodos con la idea. El tamaño se decide en la impresora 3D. Por ejemplo, Rompetormentas, el nuevo martillo de Thor, lo construimos en 34 piezas, montándolo como si fuera un trofeo", dijo Bobbitt. Bobbitt trabajó directamente con Chris Hemsworth para ajustar Rompetormentas a él, ya que con cada elemento de atrezo, Bobbitt tiene que encontrar la escala adecuada.
La impresión 3D supone un ahorro considerable de tiempo en la fabricación de atrezo y fomenta la creatividad en el proceso de diseño, haciendo posible la creación de decenas de prototipos in situ. El proceso de diseño se vuelve más flexible y fluida y la utilería puede hacerse de una manera eficiente.
"A continuación, imprimimos la pieza final y pasamos a la fase de producción. No es que hagamos un único prototipo. Podríamos hacer ocho o diez prototipos para saber exactamente qué hace falta antes de gastar mucho dinero en siliconas muy caras para hacer moldes, fundirlas y que salga mal", dijo Bobbitt. "Antes, era un escultor quien se encargaba de realizar las piezas de utilería: esculpía una grande, después una más pequeña y así sucesivamente".
El futuro de la impresión 3D en el sector del entretenimiento
Bobbitt cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector del entretenimiento y los cambios a lo largo de los años han sido enormes. "Antes, cuando trabajaba en películas, no tenía ni un teléfono móvil, sino apenas un busca, y ahora tenemos impresoras 3D", recuerda.
La impresión 3D ha transformado la fabricación de atrezo. Para Bobbitt, la impresión 3D es una herramienta que usa a diario. "Con lo que nos estamos encontrado es que cada vez más , a medida que aprendemos sobre el diseño, el dibujo y la impresión, la impresión 3D se está convirtiendo en algo cotidiano. Es una herramienta muy útil. Ahora no se desperdicia ninguna buena idea. Y que hayan tomado un eje X y un eje Y y le añadieran un [eje] Z supuso un gran cambio para muchísimas industrias".
Bobbitt calcula que ha usado la impresión 3D para imprimir unas 100 piezas de atrezo por película. "Ahora mismo, estoy trabajando en cinco series de Marvel que se emiten por streaming, así como en una película... en cualquier momento puedo estar imprimiendo 200 piezas. Es un trabajo constante", nos dijo.
Con tanto atrezo por imprimir, Bobbitt experimenta con distintos materiales. "Imprimimos entre dos y cuatro piezas con una resina dura. Y si resulta que esa pieza se usa en una escena de acción, imprimo entre seis y diez copias con goma para que si un especialista tiene que rodar, o caerse, o golpear algo, esa una cosa hecha de goma blanda".
El futuro de la impresión 3D en el sector del entretenimiento es alentador, según Bobbitt. Al ser un veterano de la industria, no es raro que le pregunten cómo entrar en el negocio. El consejo que ofrece es: "Si te apasiona el mundo del cine, eres artista y puedes dibujar en 3D en CAD sin problemas, llama a puertas, encuentra a gente como yo, muévete y arréglatelas, dependiendo de donde estés, de dónde esté la industria cinematográfica en ese momento... Pues acabar yendo de California a Atlanta, Luisiana, Carolina del Sur..."
Sin duda, hay una gran demanda de impresión 3D. Bobbitt añade que "Puedes moverte y explorar el panorama si quieres forjar una carrera".