Gillette lleva la delantera a la competencia usando la impresión 3D para permitir la personalización por parte del consumidor

En la fabricación de todo tipo de productos de consumo han desaparecido las trabas al acceso de nuevas empresas, con lo que las marcas establecidas se ven obligadas a realizar una innovación constante para mantenerse por delante de nuevas incorporaciones. Las grandes marcas deben presentar nuevos productos con regularidad y fomentar la lealtad de los clientes para no perder parte de su cuota de mercado a manos de un sinfín de competidores específicos que dirigen sus productos a medida a los diversos segmentos de su clientela. 

Las marcas pueden crear lealtad ofreciendo a los consumidores la oportunidad de expresarse a través de los productos que venden. Las experiencias digitales de éxito lo logran combinando una amplia selección de opciones pregeneradas con opciones de personalización adicionales.  Los productos físicos, limitados por la rigidez de la fabricación tradicional, no avanzan al mismo ritmo que sus equivalentes digitales.

Las impresión 3D con Formlabs Factory Solutions rompe con estas limitaciones y permite a las marcas combinar los mejores aspectos de la fabricación digital y física para establecer estrechas conexiones personales con sus clientes.

Como parte de su respuesta a la creciente presión de marcas de afeitado de venta directa a los consumidores, el fabricante de cuchillas de afeitar Gillette recurrió a Formlabs Factory Solutions en busca de ayuda para lanzar Razor Maker™: una plataforma para diseñar y fabricas mangos de cuchillas de afeitar personalizados y de edición limitada.

Gracias al uso de las impresoras 3D de Formlabs como motor de producción, Razor Maker™ ofrece a los consumidores la posibilidad de crear y pedir mangos para cuchillas personalizados impresos en 3D con diversos diseños para elegir y una gran variedad de colores, además de la opción de añadir texto personalizado. También permite a Gillette lanzar con rapidez mangos de edición limitada como el que celebra el 50 aniversario del alunizaje del Apolo 11.

"Nuestra colaboración con Formlabs y las capacidades de sus impresoras 3D permiten a nuestros consumidores decidir cómo van a ser sus maquinillas de afeitar. Estamos encantados de trabajar con nuestros vecinos de Boston para hacer realidad este concepto tan innovador de personalización", dijo Donato Díez, gerente mundial de la marca de Gillette y cofundador de Razor Maker™.

Puedes ver este vídeo si deseas más información sobre Razor Maker™, el resultado de la colaboración entre Gillette y Formlabs.

"La combinación de nuestra mejor tecnología de afeitado con el poder y la flexibilidad de la impresión 3D abre un nuevo mundo de posibilidades para el diseño de productos", comentó Rob Johnson, ingeniero de diseño y cofundador de Razor Maker™.

Con la impresión 3D, la complejidad y la variedad son "gratuitas". Una impresora 3D no requiere más tiempo, energía o material para elaborar una forma compleja que para elaborar una forma sencilla, y que no haya utillaje involucrado significa que imprimir una variedad de diseños no requiere costes de producción adicionales. Los productos impresos en 3D presentan un riesgo inherentemente menor, porque se puede añadir, eliminar o revisar diseños sin trabas y sin un aumento del coste.

La libertad de diseño que ofrece la impresión 3D permitió a los diseñadores de Razor Maker™ inspirarse en geometrías complejas que se encuentran en la naturaleza, la arquitectura y la tecnología.

Los diseñadores se inspiraron en geometrías procedentes de la naturaleza, la arquitectura y la tecnología para crear una gran variedad de formas complejas que serían difíciles o imposibles de realizar mediante la fabricación tradicional. A los diseñadores no les hizo falta predecir cuáles de los mangos de sus cuchillas tendrían mejor acogida entre su clientela, porque contaban con la seguridad de que la impresión 3D los ayudaría a adaptarse rápidamente a las preferencias y los patrones de compra de los clientes.

"Nos permite pensar en la forma de un modo que nunca había sido posible", nos explicó Rory McGarry, jefe de diseño industrial del programa Razor Maker™. "En un sentido tradicional, solo podíamos hacer uno o dos diseños de maquinillas de afeitar al año, mientras que ahora podemos tener una idea, crearla en 3D, imprimirla, revisarla, ajustarla y ya está".

Con la impresión 3D, los diseñadores de Razor Maker™ pueden someter ideas a ensayo rápidamente, pasando sin interrupciones desde el modelo 3D al producto físico en cuestión de días.

Al final, la ausencia de limitaciones en el diseño permite ofrecer a los consumidores libertad de elección. En un mercado saturado de productos fabricados en masa, el objetivo de Razor Maker™. es ofrecer a los consumidores la oportunidad de hacer maquinillas que sean completamente únicas para ellos.

"Sabemos que los consumidores de hoy en día buscan marcas innovadoras que les permitan expresarse, y ese es precisamente el objetivo de este producto", dijo Evan Smith, gestor de productos global de Razor Maker™.

Buscar un nivel tan alto de personalización con Razor Maker™ hizo que el equipo tuviera que replantearse por completo su enfoque para la fabricación.

Los pasos iniciales del proceso son completamente digitales: un consumidor personaliza un mando único en el sitio web de Razor Maker™ y el diseño resultante se convierte en un archivo 3D. A continuación, se envían múltiples archivos de diseño a una impresora 3D para imprimirlos simultáneamente en un mismo lote. Después, cada mango se lava, poscura, reviste y monta antes de enviarlo directamente al consumidor.

Cada mango de Razor Maker se imprime en la sede de Gillette en Boston, con impresoras 3D de estereolitografía (SLA) de Formlabs.

Anteriormente, Gillette solo había aplicado la impresión 3D a la creación de prototipos, pero los avances en los materiales y el hardware han hecho que la tecnología sea una opción viable para producir piezas de uso final.

La facilidad de personalización es una ventaja inherente de la impresión 3D. La tecnología elimina la necesidad de utillaje, pues no requiere una inversión por adelantado en moldes y suprime los costes de producir varios diseños complejos. Además, ampliar la fabricación personalizada puede ser tan fácil como añadir más impresoras.

"El concepto de Razor Maker™. nos permite crear un nuevo diseño, imprimirlo y probarlo, y al día siguiente ese diseño para a ser uno de los mangos disponibles en la web", dijo Johnson. "Eso no había sido posible hasta ahora".

Gillette sigue explorando nuevas vías de personalización con el concepto de Razor Maker. En otoño de 2019, Gillette ofreció tres cuchillas de edición especial impresas con las impresoras 3D de Formlabs. Este tipo de producción en pequeños lotes no es factible con los métodos de fabricación tradicionales. La impresión 3D permite al equipo crear nuevas ideas, como una cuchilla que conmemora la llegada del hombre a la Luna, y llevar un producto al mercado en un tiempo mucho menor que nunca.

Una nueva tecnología no basta por sí sola para transformar la fabricación. Empresas como Gillette están aprovechando la impresión 3D para explorar modelos de negocio nuevos que cambian la forma de la que trabajan a lo largo de todo el ciclo vital del producto, desde el diseño hasta la producción.

Gracias a Razor Maker™, Gillette puede ofrecer a miles de consumidores la capacidad de diseñar un mango único adaptado a su estilo de vida y sus preferencias.

"Para Gillette, lanzar Razor Maker™ supone un paso crucial en nuestro viaje por la personalización, en el que debemos aunar nuevas tecnologías y nuevos modelos de negocio para ofrecer productos tan únicos como nuestros consumidores", dijo Díez.